Educación y Mujer en tiempos de pandemia
“En temas como es abuso sexual o la violencia doméstica debe existir tolerancia cero”.
Conversamos con la Profesora Loreto Palacios, académica del Programa de Bachillerato en la asignatura Taller de Pensamiento Integrador y Síntesis (TPI) y actualmente docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la USACH. Socióloga de la Universidad Complutense de Madrid, ha realizado varias investigaciones y publicaciones en el área de género, educación y salud.
Profesora Palacios, sin lugar a duda la llegada de la pandemia a nuestro país ha cambiado nuestra forma de relacionarnos, de un momento a otro dimos paso a la educación a distancia. Nos podía decir ¿Cuál ha sido su experiencia académica al respecto?
En cuanto a lo estrictamente laboral, sumando y restando, el esfuerzo que ha significado para el estudiantado y el profesorado de una universidad pública, con un gran número de estudiantes de bajos recursos, ha sido tremendamente desgastador. Se ha puesto nuestro mejor empeño, pero las condiciones no han sido óptimas. Para el profesorado contratado por horas de clases, el trabajo realizado demanda al menos el doble del tiempo que exige el trabajo presencial, muchos y muchas docentes han tenido problemas de conectividad y las remuneraciones no son el doble.
Esta nueva modalidad garantiza una buena enseñanza o piensa que debe usarse como sólo apoyo al docente. ¿Llegó para quedarse?
Desde el punto de vista académico, creo que depende del tipo de curso que se dicte. Si se trata de cursos más teóricos, reflexivos, con mucha lectura crítica, la modalidad puede ser muy útil tanto para estudiantes como para profesorado. De todos modos, nada reemplaza el contacto directo entre profesorado y alumnado, las clases on line debieran complementarse con las presenciales, tal como sucede con muchos cursos a la distancia que demandan clases presenciales en modalidad mensual, trimestral o semestral.
En ese caso no veo inconveniente en que pudiera permanecer, evidentemente, en el caso de asignaturas que requieren prácticas, salidas a terreno, trabajos en laboratorio, etc, este sistema sólo sirve como apoyo.
¿Cómo compatibiliza su vida con el teletrabajo?
No me ha costado mucho la adaptación. Mi hijo descubrió que, como profesora por hora de clases, llevaba una vida entera haciendo teletrabajo. Siempre he preparado las clases en mi casa, he corregido pruebas en mi casa, he buscado material de lectura en mi casa, he revisado videos en mi casa, he trabajado subiendo material a Moodle y he preparado powers desde mi casa. Además, nunca he tenido una oficina donde sentarme, ni un computador a mi disposición. Podemos decir, que he sido pionera en el teletrabajo, al igual que un gran número de profesores y profesoras contratados por horas de clases.
Dentro de su expertiz en el área de género, que opina sobre los movimientos feministas que han surgido en Chile, sobre todo en estos últimos días que han aparecido en la palestra casos como el de Antonia Barra y tantos otros abusos sexuales.
El caso de Antonia es terrible, pero es aún más terrible el hecho que existan miles de chicas como ella dando vueltas por el mundo sin siquiera enterarnos de su dolor. Está muy bien que las mujeres protesten y debemos alegrarnos por eso, es un gran avance para todas nosotras y para la sociedad en su conjunto que estos casos se denuncien y salgan a la luz pública.
De no ser por la presión permanente y constante de estos últimos días, el caso de Antonia no habría sido tema para nadie, sin embargo, pese a estar en medio de una pandemia las mujeres exigimos de diferentes formas justicia para todas las Antonias y las Ambar.
Lo importante es que en temas como es abuso sexual o la violencia doméstica debe existir tolerancia cero. Por suerte, las chicas jóvenes han aprendido rápido los límites de lo inaceptable, cuestión que a otras mujeres les ha tomado una vida entera, incluso a muchas les ha costado su propia vida.
¿Considera que hay avances con respecto a los derechos de la mujer en Chile en los últimos años?
Efectivamente ha habido avances, eso es innegable. Sin ir más lejos, en nuestra propia universidad tenemos una vocería de Género, un Departamento de Género, Diversidad y Equidad dependiente de Prorrectoria. Hay charlas sobre temáticas de género, capacitaciones al profesorado y otras actividades. También se ha incorporado el tema de género en otras instituciones públicas como los Ministerios, Municipalidades, Contraloría, etc. El problema es el avance que puedan tener esos programas y proyectos.
En muchos lugares se ha incorporado el tema como una cuestión de moda, como un tema que hay que incorporar y con el que es necesario cumplir a fin de demostrar una buena imagen y cierta preocupación y empatía por satisfacer una demanda de igualdad que está muy presente en las mujeres.
Por eso avanzar en estos temas resulta muy complejo. Una cosa es la declaración de intenciones y algo muy distinto es la voluntad que existe para cambiar la realidad. Desgraciadamente, en nuestro país esa brecha aún es demasiado grande y falta mucho por avanzar.
Después del estallido social y toda la desigualdad que ha surgido a raíz de la pandemia ¿qué viene para el futuro?.
No puedo decir lo que viene, pero puedo decir lo que me gustaría que viniese. Quisiera que nuestra sociedad tuviera un cambio de rumbo en varios aspectos. , Desde lo valórico me gustaría que las personas hubiesen podido reflexionar sobre lo que vale y lo que no vale la pena. Mi gran anhelo es que las personas dejaran de consumir y consumir, que la austeridad a la que nos hemos visto expuestos involuntariamente se convirtiera en un acto voluntario, en un valor. Aunque después de ver los resultados de la apertura de los malls, el desencanto es mayúsculo, la gente salió descontrolada a comprar todo lo que había en liquidación, pareciera ser que no se aprendió nada.
Me encantaría que el aprecio por vivir de una forma más austera también significara revalorizar la naturaleza y el mundo en que nos movemos. Que cada cual aportara con su pequeño granito de arena para descontaminar este planeta, especialmente después que tanta gente disfrutó de las bellas imágenes difundidas por los medios de comunicación apreciando el regreso de muchas especies a sus entornos naturales.
Sería un gran paso que la igualdad, en tanto constructo teórico, se hiciera realidad y dejara de ser un slogan que sirve para todo tipo de propósitos, desde intereses políticos hasta el afán de obtener ganancias económicas, porque, aunque parezca increíble hay gente que lucra con el tema.
Hay tantas cosas que quisiera para el futuro, pero hay una frase que puede sintetizar todas las ideas “Hasta que la dignidad se haga costumbre”.
¿En lo personal como ha enfrentado esta cuarentena?
He estado tranquila, ya que tengo la suerte de vivir en el campo, lo que me permite salir libremente de mi casa evitando la sensación de encierro y de ansiedad. Además, afortunadamente para mí, mis dos hijos todavía viven conmigo y estamos en cuarentena pero juntos. Creo que mi situación sería muy diferente si mi residencia estuviera en una ciudad.
Lo único que me ha pasado es que ya no quiero salir de mi espacio, es el síndrome del encierro. Me siento muy cómoda aquí y tengo miedo de salir al mundo real, pese a que aún en este espacio ultra protegido ya pasé por la lamentable experiencia de padecer la enfermedad del COVID 19.
por Paola González F.